miércoles, 24 de abril de 2013

SALA DE URGENCIAS

Las tres de la madrugada, las manecillas del reloj golpean tercamente en un baile de expiración. Ella me mira y a la vez que nos cruzamos la mirada esconde los ojos; la observo, intuyo penumbra, miedo, oscuridad. ¡Que ocultan tus brillantes ojos! ¿Dolor? Suspiras profundamente y te encojes, un rictus penetra en tu rostro que de repente se ha vuelto blanquecino, intentas gritar pero tu boca está sellada, te estremeces en el asiento, de repente, una voz atronadora penetra en la estancia rompiendo la magia del momento. _Marianela, pase a la consulta 5. Ella se levanta a duras penas y la veo alejarse por el pasillo. Son las tres y cinco de la mañana las manecillas del reloj golpean…