miércoles, 28 de octubre de 2009

DESPERTAR

Creo que he reaparecido, mis textos y lápices despiertan creando vida y mi mano inquieta anhela poseerlos. Un abrazo. Mari Cruz

lunes, 1 de junio de 2009

LOS ACANTILADOS DE GARITA DE HERVEIRA

LOS ACANTILADOS DE GARITA DA HERVEIRA

Por Mari Cruz Martín Toledo


1

Sobre los montes de Sierra da Capelada, el Renault Mégane recorre la estrecha carretera que corona en Garita da Herveira. Avanzan los quilómetros y las nubes se van tornando cargadas y oscuras; en el arcén, eucaliptos y pinos se mecen al azote del viento. María, asida fuertemente al volante, orienta el coche hacia la pista de tierra; en el asiento delantero, junto al bolso, un ramo de claveles rojos y la fotografía de un hombre y una mujer plasmada treinta años atrás. El paisaje, con aromas a campo y mar, se vuelve lánguido y ceniciento, despierta recuerdos dormidos; a lo lejos, la garita se alza al fustigue de los tiempos. María estaciona el coche y frunce el entrecejo. Con la mirada en la torrecilla, sus pensamientos se pierden en una espiral deslucida que difumina el entorno y la transporta al pasado.


2

La niña descansa en el asiento trasero del Seat Mil Quinientos que transita por la carretera del mirador motrileño en la costa granadina. Pedro, de mediana estatura, cuerpo delgado y moreno, ojos negros, conduce con cierta soltura. El flamante retiro, estrenado hace pocos días, le embarga de inquieta y feliz certidumbre. Sentada junto a él, Mariana, lo mira orgullosa. La retina capta y guarda la imagen del Cerro de la Virgen de la Cabeza, sitiado por luces y sombras en esa calurosa noche de agosto. El automóvil franquea el túnel de la Gorgoracha y comienza el esperado viaje: celebración, jubileo y premio a decenas de años de trabajo.

Tras visitar Granada, Jaén, Madrid, León, Santiago de Compostela, la familia Barreiro llega a A Pedra. Pretenden llegar a Cariño. Es el punto final del recorrido.

Desde A Pedra, el auto alcanza la pista forestal que encumbra los acantilados que dicen más altos de Europa Occidental, en la costa gallega. Mariana, de pelo canoso y gruesa figura, vuelve la cabeza y observa con ternura a María, ya despierta, que va absorta en el paisaje; los doce años recién cumplidos moldean una silueta espigada; el pelo rubio que recoge en una trenza le da al rostro un aire picaresco. Pedro, que conoce el terreno, aminora la marcha; la espesa niebla es la misma de antaño, el tiempo se ha demorado en el lugar; las vacas siguen pastando en la cuesta de los acantilados y los caballos salvajes corren por los extensos pastizales; reconoce las especies arbóreas, pinos y eucaliptos, y el olor que penetra intensamente incitando los sentidos. Sin girar la cabeza, las manos en el volante, habla a la rapaza:

—María, como te prometí, recorremos Galicia para que conozcas mis raíces. Lugo fue la ciudad donde nací. Tus bisabuelos eligieron trasladarse a Cariño, el pueblo de pescadores donde transcurrió mi niñez y que después visitaremos. Con veinticinco años decidí ser camionero, transportando el fruto de la mar gallega por la geografía española. El destino hizo que conociera a Mariana y durante años vivimos en Motril, lugar donde nos casamos y nació tu madre.

Pedro calla; los cristales se empañan y aparca el auto.

—Hay que seguir a pie —advierte.

Llegan al mirador con la niebla despejada. Pedro entrega la cámara a María que salta y baila mientras pulsa el disparador y emulsionan las fotos. Las mujeres se distraen; él observa las incipientes crestas de espuma que se agrandan en los acantilados de seiscientos catorce metros; al fondo, empequeñecidas, las rocas que duermen al abrazo de los siglos. El silencio, roto por el viento, inquieta a las dos mujeres.

—Mariana, no os acerquéis al borde; es muy peligroso por las corrientes de aire. Esta garita —explica, señalándola— era empleada siglos atrás para la vigilancia costera. Fijaos qué escarpada es la costa. Aquí se dice que sólo hay tres lugares en el planeta cuyas rocas son más antiguas.

Pedro enmudece. Recuerda el peligro de la pesca en este rugiente mar, su abuelo decía que el mar estaba tan presente en la vida de un cariñés que le seguía "hasta en su muerte". Añora a su madre mariscadora, forjada por el mar, habladora y dulce. Enjuga una lágrima y continúa ilustrando su memoria con gestos.

—Pocos marineros se atreven a faenar aquí; es fundamental mantener la proa hacia los acantilados; el peligro está en aquellas olas que vienen rebotadas; a este lugar lo llaman “el renegado” porque, abajo, el mar reniega de la tierra. A pocos quilómetros, allá al sur, está la ermita de San Andrés de Teixido donde dice la tradición que "a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo" o dicho en castellano "que va de muerto quien no fue de vivo".

Mariana guiña a la nieta; las dos cómplices siguen las explicaciones de Pedro que se toma en serio su papel de guía.

—Mañana os llevaré a ver los hórreos y visitaremos el santuario, pero a las dos os advierto que si os cruzáis con un lagarto, una culebra o un sapo no lo piséis porque es el alma de algún difunto que no fue de vivo. En Cariño, comeréis mis platos favoritos, la calderada y la sardina lañada.

Pedro vive el momento con todos los sentidos a flor de piel; añora la arena dorada de la playa invadida por gaviotas que sobrevuelan un cielo apagado y se lanzan a la cresta de las olas. Mariana se acerca al borde del abismo para oler una pequeña flor blanca, adormilada. Un tropiezo hace que pierda el equilibrio y abrace el precipicio, las manos ávidas se sujetan a unas ramas. Pedro grita y corre a pesar de que las piernas le fallan, retiene con fuerza las muñecas, intenta subirla.

—Por favor —implora—, no me sueltes.

—Mi amor, no te soltaré —la tranquiliza—, pero intenta subir apoyando la pierna en ese saliente.

María se aproxima llorando.

—No te acerques —ordena Pedro—; quédate junto a la caseta.

La joven obedece. Mariana apoya el pie en el resalte, descansa y hace acopio de fuerza para un nuevo intento, llora y se desespera, el peso del cuerpo la inmoviliza.

—Cariño—mira a Pedro—: no puedo.

Pedro tira con ímpetu. Las manos sudorosas apenas sostienen el peso que los minutos hacen más cruel, respira, descansa y lo vuelve a intentar; extenuado mira a María, que llora y tirita.

La noche se adueña del día y lo escolta al fin del mundo, la luna emerge y se forma en blanca esfera portando luz a los dedos que, dormidos, no se sueltan. La joven se levanta y cae. Pedro está perdido, los ríos de su vida se desbordan; no le quedan fuerzas, le regala tiempo al pensamiento: un segundo, un minuto, unas horas; no sabe cuánto transcurre, la mirada se torna borrosa, los suspiros levantan su pecho. Aún está unida a su mano, pero un muro eterno los separa. Ve los dedos de Mariana resbalar de los suyos insensibles. Ella no debe marcharse sin él. Sereno, se despide.

—Te quiero, nos uniremos en el cielo.

Los ojos verde azulados de Mariana brillan con dulzura, unas palabras fluyen:

—Te quiero, nos veremos en el lugar donde me has citado.

Las manos parecen ceder, después se estrechan; finalmente, se deslizan soldadas al abismo.

Al día siguiente, la guardia civil localiza a María acurrucada dentro de la garita. Pedro y Mariana han bebido el licor de los muertos.


3

María regresa al presente, la garita se ilumina y brilla cuando recibe los rayos de un sol desvestido de nubes; henchida de ternura, envuelve el ramo de flores en una caricia y lo arroja al acantilado; pasados unos minutos, retorna al camino. San Andrés de Teixido es su próxima parada; los quilómetros hasta la llegada se hacen cortos, aparca el coche y camina hacia la ermita; a unos metros de la entrada se detiene, se sienta en una piedra; un susurro le hace volver la cabeza; junto a ella, un lagarto y una culebra la miran fijamente; la serpiente le regala una lágrima y una sonrisa; después, sin prisa alguna, despaciosamente, vuelven al camino y se adentran en la iglesia.

viernes, 24 de abril de 2009

CITA CON LA MUERTE

LA MUERTE
*Rodéame, no te tengo miedo, piensas que correré a esconderme, pero te equivocas, eres la giba y el contrato que me corteja a lo largo de la vida y tú decides cuando rescinde.
Pero…créeme, me das risa. Eres el transito hacia otra vida, sí, eres la sombra que amenaza con guadaña y a la vez abre la puerta hacia otra dimensión, contigo comienza el mañana eterno lleno de luz y duermen las grutas de las sombras.
Ven, rodéame, no te tengo miedo.

martes, 31 de marzo de 2009

UNA MADRE

Ayer te vi pasear, henchida
de hermosura y rota por un mal.
Ayer te vi pasear, y tu cabeza
rapada tenues rayos de sol abrazaba.
Ayer te vi rezar, por tus dos
pequeños que mozuelos no verás
Ayer te vi llorar, oculta en una
esquina soportando el tan, tan.
Hoy, tu corazón no llora,
tu alma se halla en paz
tu entereza de madre por
camino tenebroso va, y la
noche oscura de blanco se cubrirá,
cuando amanezca el día del
esperado final te presentarás
ante el Padre radiante, hermosa,
y entre blancas palomas dormirás.
Henchida, ayer te vi pasear…

EL SINDICALISTA

El sindicalista
Hoy voy de huelga, sé que me van a cazar como a un pichón pero…no puedo desatender mi vinculación con la clase trabajadora. ¡Mira que le dije que se mantuviera al margen! veré que puedo hacer para sacarlo de comisaría, esta es la décima vez que me hace recurrir a la justicia, el juez ¡que tiene la gloria ganada! le indicó que la próxima no había quien lo librara de la cárcel, le pediré al pasante que prepare el legajo y después haremos el alegato. De esta no hay quien lo libre, el policía tiene la mandíbula rota, no sé que van a comer mis hijos si él, era el único que traía el pan a casa…

sábado, 21 de marzo de 2009

VERSIÓN DEL CUENTO-CAPERUCITA ROJA

Versión del cuento CAPERUCITA ROJA
Soy una niña buena, me llamo Caperucita, mi madre me regaló esta capa roja, por eso me llaman Caperucita roja, ahora llevo los pasteles a casa de mi abuela que vive al otro lado del bosque. Espero que esta niña no se distraiga en el camino, le he advertido del peligroso lobo que dicen haber visto. Que hambre tengo, en este bosque no hay nada para comer ¿que ven mis ojos? una niña y se dirige hacia aquella casa… ya sé, es Caperucita roja, conozco la casa de su abuela ahora corro y me como a la abuela, me visto su ropa, y de postre cuando llegue, me zampo a Caperucita. Donde se habrá metido el lobo que vi correr por este camino, la abuela es tan despistada que deja la puerta abierta, por qué será que mi abuela tiene esos ojos tan grandes y esas orejas parecen soplillos, que rara está mi abuela, y esos dientes, que feos y gruesos. Acércate, más cerca, que pueda verte y olerte y con mis dientes masticarte y con mi gran boca comerte, huuun ahora tengo la panza llena, que feliz me siento dormiré para disfrutar de una buena digestión. Me parece que en esta casa entró el lobo y vi como Caperucita se acercaba, la puerta está entreabierta…como pensaba escucho chillar a la niña y a la abuela dentro de la panza del lobo que está a punto de explotar, con este cuchillo abriré su barriga y las sacaré, la rellenaré de piedras y la coseré. Que feliz me siento fuera de la barriga del lobo, y mi abuela está bien lo único que se ha manchado la capa que está babeada, vuelvo a casa para abrazar a mamá y a mi abuela le dejaré los pasteles. Que sueño más placentero, pero que sed tengo, corro al rió a beber agua que corre fresquilla, que ocurre me hundo no puedo nadar, ni respir…

domingo, 15 de marzo de 2009

EL GAFE

EL GAFE
No sé si hoy debo salir a la calle, a mí los martes y trece me gusta disfrutarlos en la cama, pero…no tiene porqué ser un mal día, si en un bolsillo introduzco sal y en el otro la pata de conejo, no tengo que temer a que me atropelle un coche y sí puedo ir a rellenar una quiniela, comprar un décimo de lotería, ¡vamos, seguro que me toca! y si además me paso por el concesionario que hoy sortean el coche y poseo cantidad de papeletas, es posible que el auto sea mío, pero… pensándolo detenidamente, mejor me quedo en casa y no adquiero lotería, ni me paso por el concesionario…
A las dos horas un ruido tremendo y el edificio se viene abajo, en ese momento todos los vecinos están en la calle menos uno.

martes, 10 de marzo de 2009

DECISIÓN

Tú decides si ríes o lloras.
Tú decides si vives amargado o feliz.
Tú decides si el día es oscuro o brillante.
Tú decides si la vida es un sueño cada día o una realidad.
Tú decides si quieres una mirada cariñosa o encolerizada.
Tú decides si amas a tu familia o la odias.Lo que no decides es estar enfermo, morir (si no es por suicidio) y llegar a los cien años.

miércoles, 4 de marzo de 2009

MISTERIOSA LUNA

MISTERIOSA LUNA
Cara de emoción.
Cara de consternación.
Cara de excitación.
Cara de compasión.
Cara de iluminación.
Cara de alucinación.
Cara de exaltación.
Cara de irritación.
Cara de…Luna.

martes, 3 de marzo de 2009

NARRADOR OMNISCIENTE Y CUASI-OMNISCIENTE

Narrador omnisciente.
Piensas que sin ti no se camina. Lloras de rabia porque imaginas y planeas y vuelves a pensar que eres indispensable…pobre iluso.

Narrador cuasi-omnisciente.
Abres el monedero y miras, suspiras y caminas. Te detienes en el supermercado y entras, avanzas hacia el frigorífico de los yoghourt das una vuelta y deslizas cuatro de limón en la cesta de compra. Recorres el autoservicio, llenas la canasta de productos y te encaminas a la salida. En la cinta depositas solo artículos de marca blanca, pagas agachas la cabeza y sales.

domingo, 15 de febrero de 2009

DESOJANDO LA MARGARITA

DESOJANDO LA MARGARITA


NO, SÍ
NO, SÍ, NO
SÍ, NO, SÍ, NO
SÍ, NO, SÍ, NO, SÍ
NO, SÍ, NO, SÍ, NO, SÍ,
NO, NO, NO, NO, NO, NO, NO…

miércoles, 11 de febrero de 2009

EL SUEÑO

EL SUEÑO
Sueña con su madre muerta, le indica que en el cajón de la coqueta hay un libro mágico, lo busca y halla el manual de los hechizos. Lo abre y lee.
—Susana te espero en el “otro lado”.
Despierta. La habitación está al “otro lado”, y el cuento en manos de su madre que lo lee.

lunes, 9 de febrero de 2009

UN HOMBRE

MINICUENTO
Un hombre se dirige a un barranco, se asoma y el vértigo lo hace retroceder.
—Pensándolo bien, me aprieta el zapato y además llueve.
Y vuelve a casa.

ALGO VERÍDICO

ALGO VERÍDICO
Un hombre un poquito bebido entra en una pastelería que tiene tres puertas.
—Que desea— pregunta Frasquito con cara de pocos amigos.
—Un pastel de merengue—responde balbuceando.
El tendero envuelve el pastel y le pide un euro. El cliente con sordina se dirige a la calle, el tendero corre tras él y lo atrapa.
—¡Sinvergüenza, si ya te vi venir, sal por la puerta que entraste y no vuelvas por aquí!
Nuestro amigo agacha la cabeza y se dirige a la puerta por la que entró, sale y le regala el pastel a un pequeño, mira al comerciante y vuelve a entrar.
—Sabes lo que te digo—advierte muy serio—que para cabezón tú, cabezón yo ahora voy a salir por la otra puerta.

domingo, 8 de febrero de 2009

EL VEREDICTO

EL VEREDICTO
Miguel se debatía en un mar de dudas, las investigaciones señalaban la culpabilidad del procesado en el secuestro de su hija Clara. Los miembros del jurado se incorporaron, pasaron un papel al juez y este lo devolvió indicando que el portavoz lo leyera.
—Póngase en pie el acusado—indicó
El reo obedeció, el delegado leyó el veredicto.
—Inocente.
Miguel palideció, no quería creerlo, las pruebas eran irrefutables, introdujo la mano en el bolsillo de la chaqueta y un fuerte sonido hizo tambalear los cristales de la sala, la bala partió derecha al corazón…el cuerpo sin vida de Miguel, yacía en la roja solería.

sábado, 7 de febrero de 2009

ALGUNOS, OTROS Y LOS DEMÁS

ALGUNOS, OTROS Y LOS DEMÁS
El día que los relojes del planeta Tierra se detuvieron fue el caos total para ALGUNOS, OTROS y menos para los DEMÁS. ALGUNOS pusieron el grito en el cielo cuando las computadoras enloquecidas, barrieron los tesoros acumulados durante generaciones y pasaron a estar en la más absoluta pobreza. OTROS se interrumpieron (aviones, trenes, barcos, vehículos de motor…) de haber continuado circulando la masacre se habría extendido a los cuatro puntos del planeta. Los DEMÁS se frotaron las manos, el estrés había caducado, ya no existía el correr al colegio para llevar o recoger a los niños, ni salir de compras, no había horario para comer dormir y trabajar…todo era placentero en la vida, pero… menos mal que solo fue un sueño para ALGUNOS y OTROS y una triste realidad para los DEMÁS.

BEQUE Y PARRITO

BEQUE Y PARRITO

Algunos cuentos comienzan con érase una vez, o había una vez, pero el nuestro comienza con…Fría mañana de invierno, ronda los tres grados bajo cero. Beque brinca el charco, sus cortas patitas le hacen caer de bruces al agua embarrizada. Los tímidos ladridos llaman la atención de un felino de angora que tras los cristales de la ventana, observa atento el deambular de la calle. Las fuertes patas consiguen abrir una hoja del ventanuco, y con voz aguda llama la atención de Beque.
— ¿Estás tonta?—regaña— ¡camina rápido! ojea el coche que se acerca por tu izquierda.
Beque presurosa, de un salto logra salir a tiempo.
—Gracias—contesta incrédula—me salvaste la vida ¿como te llamas?
—Parrito… ¿y tú?
—Beque, busco a mi ama; bajé del coche y ella marchó sin prestar atención donde me hallaba.
Pancho, de pico encorvado y vistosas plumas de colores, situado en la rama de un árbol se introduce en la conversación.
—Salió calle abajo, se paró en la esquina y circuló a todo gas.
Beque enjuga las lágrimas que a borbotones invaden su carita rosada. El frío barro la hace temblar, los estornudos son continuos.
El pequeño cuerpo se está quedando frío
—Ven, abriré la puerta—explica Parrito— mi dueña te acogerá en casa.
En unos minutos una alta silueta se dibuja a través de los cristales. Con paso majestuoso se aproxima. Las finas manos se deslizan por el pelo de Beque. Parrito como un gran caballero se acerca fastuoso brincando los charcos.
—No tengas miedo, mi ama te llevará a casa…
Beque enjuga las lágrimas y se introduce en la vivienda. El nirvana la deja dormida por unas horas.
—Beque—llama su ama—apresúrate, nos marchamos de compras…
La melosa voz la rescata del letargo, el mullido cojín donde se halla es el suyo, no entiende nada.
De un impulso se introduce en el coche. Tras la ventana del edificio central un gato de angora la saluda…

domingo, 1 de febrero de 2009

LEYENDA DEL REY ALÓN

LEYENDA DEL REY ALÓN
Tal vez las leyendas no sean más que leyendas, pero cuentan que esta ocurrió en Granada en un lugar donde la tierra se pierde con el mar… Había un rey llamado Alón que vivía en un castillo cuya torre tocaba el cielo. Tenía una hija llamada Liliana de belleza pura, como puro era su corazón por la sencillez en que vivía a pesar de la fortuna de su padre. El amor a los animales era tal que se exponía a que la mataran al intentar salvarlos. Un día Alón andaba de cacería por la alta cierra y avistó una corza blanca que tomaba el sol en una peña, Alón tensó el arco y la flecha partió derecha al corazón del animal, el rey orgulloso de su puntería corrió a recuperar el botín. Al llegar halló a su querida hija tendida junto al la hembra, que herida de muerte entonó al rey esta canción.
Que mal te hice buen rey
que mal de mí te embriagó
que solos y desamparados
a mis recién nacidos hijos
tu arco incitado, sin mamá dejó.
Terminado el canto la corza espiró. Liliana deseó con todo su corazón, que perdonara a su padre y transformarse en la hembra; acto seguido su cuerpo tomó la forma de la hermosa madre, alzó sus largas patas y se dirigió al encuentro de las crías y montándolas a su lomo se perdió en la montaña. Desde aquel día, el rey se escucha desde la alta torre que toca el cielo llamando...
Liliana, perdooónameeeeeeee

sábado, 31 de enero de 2009

VILLA CÉLULA

VILLA CÉLULA
Hace mucho, mucho tiempo yo no existía,
la célula de papá se acopló a la de mamá
y de esa unión nací yo.
¡Pero!... ¿queréis saber como ocurrió?
os lo cuento como a mi me lo contaron.

Estando el Espermatozoide de papá tranquilamente con sus hermanos,
sintió una gran tromba que lo llevó impulsado.
—¡Socorro, socorro!— pero nadie acudía en su auxilio ¡de pronto!
—¡oooh! que casa tan preciosa.
La morada era redonda (medía entre una y veinte micras) gozaba de un nombre
VILLA CÉLULA, rodeaba la casa una muralla.
— ¡Muralla, muralla—llamó— permitirme entrevistarte!
— ¡No!— contestó tajante.
—Por favor, déjeme pasar.
—Bien, pero antes dime cómo te llamas.
—Yo.
—¡Si, tú!
— Espermatozoide.
—Bien, bien, me gusta tu nombre, yo me llamo Membrana Plasmática,
te dejaré entrar igual que dejo al agua, los gases, las sales minerales…
— ¡OH! gracias—aplaudió nuestro pequeño héroe.
Se apartó la puerta y nuestro amigo quedó alucinado. Rodeando la habitación principal y ocupando el resto de la casa residía un líquido donde habitaban los distintos trabajadores. Este líquido tenía un nombre (escribió que no olvidara decirlo, estaba muy orgulloso de el) se llamaba Citoplasma.
Temiendo que Espermatozoide agrediera la casa, se presentaron los guardianes.
—¡Alto, alto! ¿Quién va?
—Espermatozoide.
—Nosotros somos los guardianes, nos llamamos Lisosomas, nos encargamos de la digestión de VILLA CÉLULA y de matar a los intrusos.
—Pero—lloraba el pequeño— ¡yo no soy un intruso! soy un amigo.
—Conforme, puedes pasar, pero vigila para no perderte.
Nadando en el líquido Citoplasma nuestro viajero llegó al Aparato de Golgi,
( era el almacén regulador de la casa) como no le gustó el sitio siguió el camino. A la vuelta de una curva se apostó a observar…cuantas carreteras, eran larguísimas, salían al exterior de VILLA CÉLULA se llamaban RETÍCULO ENDOPLASMÁTICO, se utilizaban para transportar materiales de desecho al exterior. Marchó rápido no lo confundieran y lo lanzaran fuera. Advirtió lo importante que era el trabajo que realizaba cada uno de los trabajadores.
En su largo recorrido pudo ver en una de las habitaciones depósitos de diferentes contenidos llamados VACUOLAS E INCLUSIONES.
Llamó su atención un sirviente, CENTROSOMA, cada vez que VILLA CÉLULA quería desplazarse acudía a CENTROSOMA.
Después de mucho circular espermatozoide se encontraba fatigado, se sentó; al poco un ruido procedente de una habitación despertó la curiosidad, era RIBOSOMA trabajaba fabricando proteínas.
—Que maravilla—pensó—como me gustaría quedarme, pero ¿qué ocurre, cuanto aire? me estoy asustando.
— No tengas miedo, es MITOCONDRIAS está respirando y a su vez obteniendo energía.
— ¿Quien eres?
— NÚCLEO y soy la habitación más importante de la casa—expresó pavoneándose—dirijo toda la actividad y contengo la información para crear al humano, poseo todos los caracteres hereditarios de la persona ¿quieres ponerte en contacto conmigo?
—De veras—preguntó incrédulo— ¿me permites entrar en tu habitación?
—Estás seguro que quieres entrar.
— ¡Si!
—Pues…adelante.
Lo que allí ocurrió otro día os lo contaré.

lunes, 26 de enero de 2009

LA CUESTA DE LAS ÁNIMAS

LA CUESTA DE LAS ÁNIMAS
Corre el año del señor de mil novecientos veintitrés, en una aldea de la alta cierra de Cazorla cerca de la confluencia del Guadiana, noche a noche algunas personas han desaparecido, los últimos Pedro y María que bajaban al monasterio de San Antón a pedir a la Virgen que les diera un hijo. Fueron avistados por última vez en el sendero de la cuesta de las ánimas… Algunas lenguas dicen, haber visto espectros en la roca roja de la cuesta. Hoy, día de difuntos, quince hombres del término preparan una batida, ajos enristrados a lomo de una yegua y una botella de agua bendita alejará los malos espíritus. La comitiva se pone en marcha, llantos de mujeres despiden a los hombres que se pierden entre las brumas del abrupto barranco. La búsqueda no ha dado fruto y comienza a oscurecer, deciden regresar, no quieren volver por la tortuosa travesía entre pinchos y vegetación, resuelven hacerlo por el camino que lleva a la cuesta de las ánimas. Son las doce y cuarto cuando encumbran la pendiente, la oscuridad es total, a lo lejos se escucha aullar de lobos, el grupo anda apiñado, se acercan a la roca roja y…
—De las doce a la una —explica una voz que surge de la piedra— corre la mala fortuna.
Seguidamente una columna de espectros sin pies aparece con cantos murmullos y lamentaciones, las antorchas que portan los hombres se apagan iluminando la noche los ojos purpúreos debajo de las capuchas. El grupo es rodeado forzándolo a integrarse en la procesión, la roca se abre engullendo la fila, los últimos en entrar son Pedro y María…

***Año del señor de dos mil nueve…Algunas lenguas dicen… que han visto salir una comitiva de fantasmas encabezada por una yegua, de la roca roja en la cuesta de las ánimas…

viernes, 23 de enero de 2009

EL RELOJ 2

EL RELOJ
María aguarda el momento en que Pablo salga a trabajar. El maletín espera, no puede más, los malos tratos a la que es sometida han llegado al limite, se va, pero… tendrá una vida propia y volverá por los hijos, ahora duermen; le intranquiliza que el pequeño llora de noche. Enmudece cuando lo mece y le canta una nana, pero se acostumbrará a vivir sin ella. Pablo cierra la puerta, María apresurada amontona la ropa, recoge el bolso y sale al pasillo, mira en la habitación de los niños estos duermen, se quita las lagrimas de un manotazo abre la puerta y…
—Mamá—llama el pequeño de tres años—tengo sed…

miércoles, 14 de enero de 2009

EL RELOJ

EL RELOJ
El reloj marca las cinco y cuarto, Felipe llega a la oficina de empleo. A pesar de lo temprano coge el número trescientos dos. Pasea por las calles solitarias, el frío le pide tomar algo caliente y se acerca a la cafetería, un penetrante olor a café recién molido hace mover los líquidos del estomago. Busca en el bolsillo, nada, no hay nada, ni siquiera esa pelusa que queda aprisionada en los fondos… Las doce y media, corre el número doscientos veinte, solo faltan ochenta y dos para que llegue su turno, hoy tendrá suerte, la mayoría de los parados salen contentos, él trabaja en la obra y no le importa lo dura que sea la oferta que le hagan con tal de llevar a casa un jornal. El desempleo se agotó, y la ayuda hace un mes termino de cobrarla… La una y media, la cola no anda, la multitud comienza a ponerse nerviosa y…
— Para tomar café—grita un chico— no es necesario tomarse una hora.
Las dos menos diez, faltan doce números, ocho, cinco, tres… Las dos en punto, sale un empleado y coloca un cartel “CERRADO”
Felipe llega a casa, mira a la mujer y…
—Papa—pregunta el más pequeño de los hijos— ¿que traes para comer?

martes, 13 de enero de 2009

MONÓLOGO

Monólogo
Aquí no hay manera de concentrarse, Lucia quiere que esté pendiente de ella, intento plasmar una palabra y llama mi atención con algo absurdo y sin sentido.
Me comenta que periquillo se muere… ¡Y a mi que me importa que se derrumbe el mundo! ¿Porqué tengo que montar a mi grupa los problemas de los demás? si lo único que ambiciono es ser un pájaro, volar alto
surcando ríos, montañas y valles, alojar mis alas en una estrella
que brille con luz propia y transportar a mi amado montado en un vello rocín.

sábado, 10 de enero de 2009

AMOR Y AMAR

El amor es amar sin medida.
Es amargura, sentimiento,
encono, beso, sufrimiento,
pasión, soledad sin salida.

Amor es amar sin ser amado.
Es libertad, caricia, llanto,
abrazo, susurro, argumento,
nobleza, fuego encadenado.

Es locura que reprocha, quimera
en espera. Es amar, y agonizar
a media luz con llama abrazadera

Amar es no poseer medida.
Es dar sin requerir y abrazar,
Surcar los mares y…
Dar
La
Vida