EL RELOJ
María aguarda el momento en que Pablo salga a trabajar. El maletín espera, no puede más, los malos tratos a la que es sometida han llegado al limite, se va, pero… tendrá una vida propia y volverá por los hijos, ahora duermen; le intranquiliza que el pequeño llora de noche. Enmudece cuando lo mece y le canta una nana, pero se acostumbrará a vivir sin ella. Pablo cierra la puerta, María apresurada amontona la ropa, recoge el bolso y sale al pasillo, mira en la habitación de los niños estos duermen, se quita las lagrimas de un manotazo abre la puerta y…
—Mamá—llama el pequeño de tres años—tengo sed…
viernes, 23 de enero de 2009
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1 comentario:
Escribes muy bonito...¡qué triste decisión! ¿no?
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