lunes, 9 de junio de 2008

El último viaje

EL ÚLTIMO VIAJE

…Mis noventa y cuatro años pesan como una losa. Viajo al encuentro de la traslación como algo natural, mis facultades mentales están al cien por cien, pero mi cuerpo se extasía con el dulce y acerbo abrazo de la muerte. Todo es pasado, ya no hay futuro; mi familia me crispa en su intento de fortalecerme anhelando una pronta recuperación ¡falsos, más que falsos! Tengo miedo, no a partir, a lo desconocido ¿habrá una creación mas allá? ¿será un mundo de armonía? Transito por arenas movedizas, busco una mano donde asirme. La pequeñaza, ¡sí, ella me nombra! extiende su mano, una grande me la arrebata no consigo asir otra, cuesta respirar me ahogo…
Observo como cuchichean, piensan que no les oigo, me adormezco, esperan que deje de respirar para repartirse la herencia ¡porque es lo único que les importa! Para fastidiar ¡me haré el muerto! voy a percibir su reacción, un fuerte suspiro les hará creer que marché, ahora es el momento ¡aaah!
— ¡Carlos, avisa al médico!—grita Federico— Creo que se fue.
…¿Lloran? escucho sollozos ¿María? ¡sí, es María! mi niña, ella me quiere, los demás…por el interés; tal vez sea mal pensado, pero la cuchara es semejante a la que di de comer a mi padre.
—Ha sido una falsa alarma—comenta el especialista invitándolos a seguirlo.
…Les oigo suspirar ¿será por que no partí? Atrás, en la lejanía queda mi ingreso en la residencia, veinte años con visitas esporádicas en días señalados, esperando una llamada o una salida a ver el mar como me prometieron. De mis cinco hijos ninguno asumió el juramento hecho en su momento.
…Felipe, el reloj de oro tiene dueño ¡pero no eres tú! es para mi compañero de habitación que hizo mi vida llevadera, me arropó en las frías noches, cuando la fiebre nublaba mi mente pensando que no volvería a veros, ¿qué decís? yo he sido mal padre ¿cómo os atrevéis a murmurar cuando os escucho? todavía tengo las agallas suficientes para dejaros sin nada. ¡Manolo, Felipe! estáis sordos, ¿pero es que nadie hace caso? por que os vais, me estáis asustando, ¡si a sido por el reloj! le digo a Pedro que os lo devuelva. Echarme una manta creo que tengo fiebre, siento frío, esta oscureciendo, me cuesta distinguir, luz ¡quiero luz!
…Oiga, se equivoca de habitación, esa cruz no es aquí ¿por qué no obedece nadie? ¡es que me ponéis enfermo! ahora me doy cuenta que algo ocurre, observo caras desconocidas, ¿y ese cura? ¡donde va! …y esa caja, pero…¡si es de muerto! no metáis mi cuerpo, sigo vivo ¡ prestar atención, nadie llora!
…María, María ¡detenlos, me llevan! por favor que alguien me ayude, si no hacéis nada me van a enterrar y no estoy muerto…
La pesada losa cae, un fuerte alarido suena en el silencio de la noche.

1 comentario:

Maruja dijo...

Muy bueno tu escrito. Que tengas un feliz verano. Maruja.