lunes, 17 de noviembre de 2008

DIÁLOGO INTERIOR


DIÁLOGO INTERIOR
De una viuda que entierra al marido.
Tú pensabas que moriría de sufrimiento al quedar sola, con lo abandonada que navegué toda la vida. Soñaba con mi independencia, ya que no fui capaz de correr aquél día que me humillaste, mírate, con la sonrisa marcada en tu gélido rostro… rostro de imbécil, que se creía el amo del mundo. Ahora, en la última palada, aquél chico que observa en la esquina me acompañará a casa y…




DIÁLOGO INTERIOR
De un viudo.
Tú pensabas que al dejarme solo moriría contigo, que no seria capaz de llevar la casa y los hijos ¡con lo maltratado que me tenias! Decías a mis amigos lo calzonazos que era para ti… con la soledad que piloté mi barco. Deseaba mi independencia, en la vida obtuve de tus labios una palabra de cariño, y a mi pesar, no te abandoné, siempre te quise, si bien no me permitiste demostrártelo. Ahora, observo tu rostro, y como no me puedes rebatir, te digo ¡hasta siempre! Mañana me caso.

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